Jesús María: adulta mayor requiere nueva operación en el fémur desde hace más de un año

María Velásquez Fernández Dávila es una señora de 82 años que sufre de constantes dolores en la pierna izquierda, los cuales iniciaron luego de un accidente y posterior operación que tuvo en el Hospital Rebagliati.

La señora Fernández se comunicó con el Rotafono de RPP para solicitar apoyo por parte de EsSalud para que la intervengan nuevamente y le retiren las placas que se le colocaron.

El inicio de su sufrimiento

Los padecimientos de María Fernández comenzaron el 6 de enero de 2022, fecha en la que la adulta mayor sufrió una caída en su vivienda por lo que fue evacuada por el personal de serenazgo y la atendieron en el área de emergencias del Hospital Edgardo Rebagliati Martins. En dicho centro médico encontraron que a partir del accidente tenía una fractura en el cuello y otra en el fémur, a la altura de la pelvis.

El 1 de febrero fue operada por ambas fracturas; en el fémur se le colocó una placa con unos clavos. El 7 de febrero la dieron de alta, María afirmó que en ningún momento le sacaron una radiografía y no vio a ningún terapeuta.

La paciente contrató a un terapeuta privado de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), el cual le pidió una radiografía para ser atendida. Este le explicó que había sido mal operada, ya que el fijador no estaba colocado adecuadamente y los clavos que la sostienen no están correctamente colocados, lo cual sería la causa de su dolor.

El 26 de junio de este año un traumatólogo visitó la vivienda de María para revisarla y confirmó lo dicho por el terapeuta anteriormente. Por ello, el doctor le pidió que un familiar acuda al hospital el miércoles 29 de ese mes en representación de ella, para que le den una cita de evaluación y se agende una nueva operación para sacarle la placa.  

Ese día, la sobrina de la anciana fue al hospital Rebagliati, pero le dijeron que no había citas y que la señora acuda a emergencia para intentar que la evalúen por ese medio.

Ha pasado un año y medio desde su operación

La adulta mayor tiene 20 meses de haber sido operada y afirma que el dolor no para. Asimismo, no le permite realizar las actividades que solía practicar antes de su accidente. “Yo salía sola, bailaba, viajaba, tenía vida. Ahora estoy muerta en vida”, sostuvo.

A partir de la operación, no puede agacharse debido a la placa que le colocaron. Y es que esta le quitó flexibilidad para sentarse o ponerse de cuclillas.

María Velásquez Fernández Dávila solicita apoyo a las autoridades correspondientes para poder tener una cita de evaluación y una segunda operación para que le quiten la placa que tanto sufrimiento le ha causado.

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