Jorge Luis Coronado Ramos es un joven soldador, de 24 años, quien tuvo un accidente laboral en su natal Huamanga, en la región de Ayacucho, el 10 de abril del año pasado. Se rompió una de sus muñecas, la clavícula y tiene la columna desviada después de que se cayera del tercer piso. El proceso de su recuperación la viene haciendo en Lima.
El ciudadano se comunicó con el Rotafono de RPP para dar a conocer su historia y para solicitar apoyo de las autoridades correspondientes debido a que no tiene el sustento económico para adquirir sus medicamentos, hacer sus terapiar y comprar los alimentos recomendados para su mejora.
El señor se atiende en el Hospital Nacional Dos de Mayo, situado en el Cercado de Lima, pero lo hace de manera ambulatoria. Él perdió la vista del ojo izquierdo y el oído del mismo lado; además, usa un bastón para camina, utiliza una cánula para respirar y una parte de su cráneo se hundió.
Jorge Coronado solo está acompañado por su pareja y nadie más | Fuente: Rotafono
Su pareja dejó prácticamente todo en Ayacucho para acompañarlo en esta difícil situación. Ella usó el aplicativo del Rotafono para hacer un pedido público de ayuda para que personal de salud del Hospital Dos de Mayo y del Estado lo apoye para las medicinas y cirugías que debe someterse.
Jorge Coronado subrayó que su muñeca y su clavícula ya sanaron -aparentemente-, pero no lo hicieron bien porque están chuecas. Parte de su cráneo está hundido porque se rompió un lado ; por lo que, necesita una malla de titanio. También, debe cambiar la cánula porque se complicó el tema de su respiración.
El joven contó que estuvo en coma en Ayacucho y luego fue referido al nosocomio limeño antes mencionado. Solamente viajó con su pareja, ya que tiene tres hermanos menores y su madre se quedó cuidándolos. Ella es quechuahablante y vende conejos para obtener dinero. Además, no tiene padre; por ello, él es el único sustento económico de su familia.
"Quiero recuperarme y volver a ayudar a mi madre", sostuvo el hombre. Por otro lado, dijo que actualmente vive en un albergue porque no tiene el dinero para pagar un hotel ni familia a quien pedir alojamiento. Estará en este lugar mientras dure los trámites en el Hospital Dos de Mayo.
El problema es que le han pedido medicinas que no se las dan ahí, materiales y pruebas para cirugías que tampoco se hacen en dicho nosocomio, y no puede costear los alimentos que le han dicho, los cuales son específicos porque debe alzar sus defensas y así recuperarse.
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