Estos aniegos son de aguas limpias, según la vecina, pues indica que no perciben olor ni color.
Angela Ruiz se comunicó con el Rotafono de RPP, para reportar su molestia ante los constantes aniegos que sufren los pobladores de Villa Las Palmas, ubicada en la segunda etapa de José Gálvez, en Pachacámac.
Estos aniegos son de aguas limpias, según la vecina, pues indica que no perciben olor ni color; sin embargo, al estar empozadas por varias horas y sobre la tierra, tienen miedo a un contagio por dengue.
“Estos aniegos son constantes, todos los días, si ustedes hacen una visita van a saber cómo estamos viviendo”, aseguró la vecina.
Así se observa la entrada para llegar a una posta médica del lugar.
Angela Ruiz indicó que estas aguas llegan hasta una posta médica. El acceso para los adultos mayores y para los niños que acuden con sus madres, es muy difícil pues tienen que evitar estos charcos.
Otro problema es que la mayoría de calles de la zona no tiene pistas, por lo que solo tierra cubre estos caminos, los cuales -al estar llenos de agua- forman barro.
Los vehículos que transitan por el lugar tienen que bajar la velocidad para que puedan circular sin que sus llantas se queden atascadas o puedan ocasionar un accidente.
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